Invertir en una página web para tu negocio se ha convertido en un básico para subsistir en un mercado que se mueve, cada vez más, de forma digital. No importa que tu negocio sea local, que no vendas nada online o que tus servicios se basen en el boca a boca: la inmensa mayoría de los consumidores buscan información en Internet antes de lanzarse siquiera a llamar a un establecimiento de cualquier tipo, y contrastan opiniones antes de dar el primer paso de contacto. Por eso, si te has decidido a crear o mejorar tu web, ¡enhorabuena! Eso sí, no olvides tener en cuenta un factor muy importante: la experiencia de usuario. Te contamos en qué consiste y por qué es tan relevante para la buena marcha de tu negocio.
La realidad es que cada vez más empresas compiten en el terreno virtual: existen todo tipo de webs en el universo de Internet que pelean por hacerse un hueco y ganar visibilidad y clientes. Por eso, ya no basta sólo con contar con un espacio en el que mostrarte: este espacio debe ser, además, atractivo y fácil de utilizar para quien lo visite. Tan importante es este punto que a veces es preferible no tener web alguna que contar con una web obsoleta o mal construida, ya que esto repercutirá muy negativamente en nuestra imagen. Al fin y al cabo, si la oficina digital de tu empresa está ‘patas arriba’, ¿por qué un posible cliente debería confiar en que tu trabajo esté a la altura?
Los usuarios se han convertido en seres insaciables que no tienen tiempo que perder: quieren que tu web les enamore desde el primer vistazo, así como llegar al punto al que desean sin dar vueltas, de forma directa, obteniendo por el camino toda la información que necesitan. En otras palabras, para competir en el mercado hay que enfrentarse a usuarios de una generación que viene muy entrenada y que ha naturalizado Internet como su principal herramienta de conocimiento y consulta, con todas las exigencias que ello implica.
¿Qué es la experiencia de usuario?
La experiencia de usuario (UX) tiene mucho que ver con la usabilidad de la web, que es la disciplina que estudia, dentro del campo del desarrollo web, la forma de diseñar websites para que los usuarios puedan interactuar con ellos de la forma más fácil, cómoda e intuitiva posible, gracias a un diseño centrado en para y por el usuario, en contraposición a lo que podría ser un diseño centrado en la tecnología, la creatividad u originalidad. Se trata de construir pensando en lo que los demás quieren, lo que implica que no siempre hagamos lo que nos gustaría. La clave está en que los usuarios entiendan tu web, más allá de lo que sueñes en mostrarles o de la idea de tu negocio que te gustaría transmitir.
En relación con este concepto surge el de experiencia de usuario, que consiste básicamente en garantizar la satisfacción del visitante de nuestra web o app. A fin de cuentas, lo que verdaderamente importa es que el usuario se sienta cómodo en este espacio y que, como consecuencia, se decante por nosotros.
Para lograr una buena experiencia de usuario hay que tener en cuenta varios factores: la calidad y utilidad de los contenidos, la calidad del servicio y asistencia del proveedor, y finalmente, la calidad del diseño de la aplicación. Hay que tener en cuenta que la experiencia de usuario no sólo depende del diseño (hardware, software, usabilidad, diseño de interacción, accesibilidad, diseño gráfico y visual, calidad de los contenidos, buscabilidad o encontrabilidad, utilidad…) sino también de aspectos relativos a las emociones, donde entra en juego la construcción y transmisión de la marca, confiabilidad del producto, etc.
Es importante que el pilar clave de toda la estrategia de diseño de una web sea, por tanto, la experiencia de usuario. Sencillez, indexabilidad, rapidez, compatibilidad y actualización son factores clave que debes tener en cuenta para lograrlo.
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¿Cuáles son las principales herramientas para medir la experiencia de usuario?
Tanto si quieres crear una web o app como si tu objetivo es mejorarlas, existen muchas herramientas para medir la calidad de la experiencia de usuario en ellas. Nosotros vamos a hablarte de las más importantes:
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1. Páginas de entrada y porcentaje de rebote
Son dos indicadores clave, clásicos e infalibles. Se trata de analizar las páginas de entrada de usuarios, así como aquellas en las que se produce la salida. Cuando analizamos la tasa de rebote (es decir, aquella que mide el nivel de abandono de una página concreta dentro de tu web) podemos extraer importantes lecciones sobre qué páginas funcionan mejor o peor y por qué. Mejorarlas para que el usuario siga navegando en nuestra web puede marcar la diferencia entre una compra o contratación… o todo lo contrario.
2. CTR de la página
Se trata, en este caso, de estudiar el comportamiento de los Call to action (CTA) de cada página. Analizar los clics de cada botón y el comportamiento posterior del usuario es de gran ayuda para corregir problemas y aprovechar puntos fuertes.
3. Uso de búsquedas vs navegación
Cuando un usuario accede a un área de nuestra web haciendo uso de buscador, probablemente sea porque no le ha sido sencillo encontrar ese espacio de forma natural. Algo puede fallar cuando esto ocurre, por lo que analizar las búsquedas puede ayudarnos a mejorar esas disfunciones y mejorar el factor intuición.
4. Estudio de los funnels de conversión
Lo primero es tener definido el funnel del proceso de venta o contratación y cuál es el objetivo final. Con esta información en la mano, podremos monitorizar su funcionamiento a través de la analítica web. ¿En qué pasos perdemos usuarios? ¿Cómo podemos evitarlo? Prueba nuevas soluciones gracias a esta información.
5.Engagement
¿Cuántos usuarios son nuevos y cuántos recurrentes? ¿Qué tasa de abandono existe? ¿Cuál es el tiempo que pasan navegando? ¿Qué perfil de usuario lleva a cabo visitas más profundas? Estudiar todos estos factores ayuda a definir el engagement de quienes nos visitan. De nada sirve tener muchas visitas si éstas no son cualificadas y no acaban traduciéndose en leads.
6. Errores del sitio
Estudia los errores de tu web y elimina fallos o incidencias para que ésta mejore globalmente.
7. Tiempos de carga
Por último, factores como el tiempo de carga de la página pueden influir en la experiencia del usuario y hacer que la tasa de abandono crezca como la espuma. Los factores relacionados con la performance de la página son clave: no los pierdas de vista.
¿Quieres saber más? ¿Te gustaría mejorar tu web?
