¿Cómo saber el texto que necesitas para tu página web?

Contar con una web atractiva y útil para el usuario no es solo cuestión de un buen diseño web: el texto de la página web, es decir, el que utilizamos para explicar en qué consiste nuestro negocio y convencer a quien recae en él, tiene muchísimo que ver con nuestro éxito final. Del mismo modo, un mal escrito puede hacer que los internautas huyan y no vuelvan a pisar nuestro site. Pero ¿cuál es la fórmula perfecta? ¿Qué extensión y qué tono son los adecuados? ¿Cómo debe influir el SEO para mejorar ventas en la redacción?Blog_Moio_Post_39 (1).jpg

Es importante tener en cuenta que la mayoría de los internautas entran a cualquier web empresarial a través de su home y, en general, pasarán por ella aunque aterricen a través de cualquier otra página. Por ejemplo, una landing page. Por tanto, deberemos poner especial cuidado en el texto de esta página.

Además, otro aspecto clave reside en cómo leemos en Internet. En este sentido, la falta de tiempo y la búsqueda de información útil de forma rápida nos lleva a ‘esccanear’ páginas con rapidez, por lo que un diseño y una presencia de textos que favorezcan ese escaneo serán clave para nuestro éxito. La concisión y la brevedad son muy importantes: a nadie le gusta leer largos textos en la web, y nos gusta que nos destaquen lo importante para evitar perder el tiempo buscando aquello que queremos saber. En resumidas cuentas: queremos que nos lo den todo masticado y que nos lleven de la mano hasta la compra, permitiéndonos decidir en pocos segundos (y las herramientas justas y necesarias) si estamos interesados o no.

Ello implica necesariamente que nuestros textos y los caminos que diseñemos en nuestra web para pasar de página a página sean sencillos e intuitivos. Si veo un servicio que me interesa, me bastará visualizarlo y conocer sus características clave para decidirme a comprar, por lo que normalmente no necesitaremos pasar por más de tres páginas distintas para realizar la compra.

También es clave organizar bien la información y conseguir que ésta esté ordenada de mayor a menor importancia. Por ejemplo, si el lector quiere conocer las especificaciones técnicas de un producto, podemos invitarle a entrar en un enlace concreto, pero no es necesario incluir todos los datos en la misma página porque la realidad es que, a la hora de comparar, solo nos basaremos en unos pocos parámetros.

Tristemente, no hay una regla universal sobre cuánto texto es suficiente y cuánto es demasiado. Tendrás que valerte de una mezcla de intuición y estudio de tus visitas para analizar qué páginas funcionan mejor y cuáles peor, mejorando aquellas que registren una tasa de abandono elevada.

 

“Piensa en tu cliente potencial -y no en ti- antes de redactar tus textos: identifica qué le motiva y respóndele rápidamente ”

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La clave del éxito: dar solución a un problema

Tampoco debes dejar de lado que tus textos debe dirigirse a tu cliente potencial, con todo lo que ello implica. Piensa en él y no en ti antes de redactar –o busca a un buen profesional que lo haga por ti- para que tus palabras se dirijan a su persona y logren dar solución a su problema de forma sencilla e intuitiva. Lograr comunicar eficazmente lo que puedes ofrecerle garantizará, como mínimo, que el usuario te tenga en cuenta y tenga una idea clara y certera sobre tu negocio. Es decir, habrás llevado a cabo una comunicación eficaz. Y eso es mucho.

Lo que está claro es que lo contrario te garantizará el fracaso: nadie pierde tiempo en una página en la que no se le explican bien las cosas si puede encontrar otras muchas que sí lo hagan. Esa falta de comunicación, además, dice poco de la seriedad de un negocio. Una web bien estructurada y redactada con claridad es sinónimo de una empresa que funciona de la misma manera.

Algunas preguntas que puedes hacerte al redactar los textos de tu página web

Antes de lanzarte a escribir, hay ciertas preguntas a la que puedes dar respuesta para que tu texto esté bien orientado. Por ejemplo, a qué problema puedes dar solución, de qué forma es más apropiado dirigirte a tu público objetivo (más o menos coloquial, tuteo o trato más formal…), qué camino es el más corto para comprar o contratar con toda la información necesaria, qué información mínima necesita el usuario… Y sobre todo, cuál es tu objetivo. Por ejemplo, la compra directa, la reserva, la solicitud de información, la suscripción…

Además, identifica qué motiva al usuario a entrar en tu web, y respóndele con toda la agilidad posible. Y no olvides la importancia del SEO: tu web debe recoger aquellas palabras clave que definan tu negocio y ello te ayudará que ésta posicione mejor cuando los internautas realicen una búsqueda relacionada con tu negocio. Lo mejor es contactar con un profesional informático que domine esta área y que, en coordinación con copy y diseñador, cree una web perfecta que sirva como gancho para el éxito de tu negocio.

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