Esto solo lo arreglamos entre todos… o no

Esto solo lo arreglamos entre todos. Esa al menos es la idea que nos vende esta inquietante campaña de marketing de la que no hemos dejado de oir hablar en el último mes. La verdad es que nos asaltan todo tipo de dudas y sentimientos encontrados frente al objeto y finalidad del proyecto. Lo primero que salta a la vista es que hay mucho dinero detrás, en torno a cuatro millones de euros, y este capital, obviamente no le cae a nadie del cielo para una buena causa. Por tanto nos preguntamos ¿Quien está detrás? Y resulta que indagando un poco descubrimos un artículo del periódico económico expansión.com donde nos encontramos con lo siguiente:

«Las Cámaras de Comercio, respaldadas por 18 de las grandes empresas españolas y numerosas personalidades de diversos ámbitos sociales, pusieron el jueves en marcha una campaña de publicidad para impulsar la iniciativa ciudadana frente a la dura crisis económica.

El proyecto tiene como base principal la fundacionconfianza.es que, como instrumento de la campaña y canal de información permanente, ha desarrollado la página www.estosoloarreglamosentretodos.org .

La campaña de publicidad tiene un presupuesto de cuatro millones de euros, de los que las empresas han puesto el 90% y las Cámaras, el 10% restante. Las compañías han destinado entre 150.000 y un millón de euros, según informó el jueves Javier Gómez Navarro, presidente del Consejo Superior de las Cámaras de Comercio en la rueda de prensa de presentación de la iniciativa, que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Las empresas patrocinadoras de la fundacionconfianza.es son Banco Santander, BBVA, La Caixa y Caja Madrid, en el sector financiero; la concesionaria de autopistas Abertis; Seopan, la patronal de las grandes constructoras, y Repsol, Cepsa, Endesa, Iberdrola y Red Eléctrica, en el sector energético. Junto a todas ellas, también están El Corte Inglés y Mercadona, en la distribución; Indra y Mapfre; Renfe e Iberia y Telefónica.»

Como podéis ver no se trata precisamente de pymes y autónomos, sino de algunas de las empresas españolas más importantes, aquellas que curiosamente han sido responsables de la situación que vivimos actualmente, aquellas a las que el Estado con nuestro impuestos tuvo que «rescatar» para salvar la economía del país, las que explotaron hasta donde pudieron el mercado inmobiliario y la construcción para cuando llegaron los malos tiempo echar el cierre y despedir a los trabajadores. Y llámenme desconfiado pero, llegados a este punto, la campaña empezó a olerme mal.

Hay que reconocer que desde el punto de vista de la promoción han sabido venderse bien, pues han contando con una repercusión en los medios importante, así como con el apoyo de destacados personajes de la cultura y el deporte entre otros campos. No hay que olvidar que detrás de la campaña está Jaime de Andrés, director de publicidad corporativa de Telefónica. El problema es que ¿Cómo podemos confiar «el impulso a la iniciativa ciudadana» a un grupo de grandes empresas y expertos en marketing? Desde mi punto de vista, una de sus motivaciones reales puede ser la de crear artificialmente un clima más positivo que fomente el consumo y acabe con el pesimismo y la prudencia de los consumidores, para ello utilizan estrategias como la de mostrarnos historias de personas que han superado la crisis, o la publicación de noticias buenas que trasmitan positivismo. Pero curiosamente nos impiden realizar cualquier tipo de comentario obstaculizando una de las principales ventajas de Internet. El propio desarrollo de la web y la línea editorial de la misma destapan de forma clara los verdaderos objetivos de la misma. César Martín en alzado.org ha sabido resumir en algunos puntos los principales «errores», desde mi punto de vista premeditados, que evidencian la autentica finalidad de la campaña:

1. Muy bien la comunicación, pero mejor acción

2. Ideas que inspiran, pero quiero comentar

3. ¿Noticias «buenas»?

4. Cero autocrítica

En definitiva debemos posicionarnos claramente en contra de esta campaña que consideramos falsa y peligrosa. Una artimaña más de aquellos que nos han conducido a la crisis para seguir sumando beneficios mientras piden a los millones de parados que sonrían y crean que la vida es maravillosa, pues al fin y al cabo hay gente que afortunadamente ha tenido la suerte de lograrlo y el resto solo somos un atajo de vagos pesimistas. Tal vez esto es o que nos quieren decir entre líneas…