Crear el branding perfecto para tu negocio es un proceso complejo que supone definir claramente los aspectos principales, que darán personalidad a tu empresa.
El proceso de construcción de una marca de éxito, va mucho más allá que hacer un brainstorming para crear ingeniosas campañas encabezadas por buenas intenciones con un logo bonito.
Por eso, en este artículo vamos a tratar de explicarte
de qué va todo esto del branding perfecto para tu marca y cómo enamorar a tus clientes. ¿Preparado?
Una buena marca habla por sí sola.
En un mundo tan competitivo, ser una love brand, una marca que enamora, implica algo más que diferenciarse del resto de competidores, que por cierto, en muchos casos, tendrán más presupuesto que tu empresa para invertir en acciones. Pero no temas.
Invertir en costosas campañas no es suficiente si no dispones de una buena estrategia que tenga el objetivo de situar al cliente en el centro de tu Reason Why de marca y consiga generar una auténtica conexión.
Dicho así, parece algo complicado, pero lo tendrás más claro a medida que te vayamos desvelando cada uno de los aspectos que debes de considerar para conseguir el branding perfecto para tu marca.
Pero, ¿qué es una marca? Teóricamente podríamos definir como marca el diseño, signo, símbolo, palabras o combinación de los mismos, utilizados en la imagen que identifica a una empresa o producto y lo diferencia de sus competidores.
Con el tiempo, esta imagen se asocia con ideas y emociones, respecto a credibilidad, calidad y satisfacción entre los clientes. Y es aquí donde nace la reputación de tu marca, formando parte esencial de la misma.
¿Y cómo podemos construir esta reputación? Usando estrategias y campañas de marketing que potencien la imagen de nuestra marca.
Y te preguntarás, ¿cómo es posible destacar en un mercado tan saturado? Fácil. Conectando con tu cliente potencial. Y no hablamos de llamar su atención como un juguete nuevo, nos referimos a tocar su corazón y convertirnos en su mejor amigo.
Así que, empecemos por construir el branding que tu marca necesita.
1. Descubre la propuesta de valor de tu marca
Identificar qué hace que tu marca sea única y conocer el propósito que la diferencia del resto, es un proceso que requiere dar respuesta a estas preguntas:
- ¿Por qué existe tu marca?
- ¿Cómo te diferencias de la competencia?
- ¿Qué productos y servicios ofreces?
Estas preguntas forman parte del modelo conocido como “The Golden Circle”
Por tanto, recuerda: La gente no compra lo que haces, no compra tu producto, sino por qué lo haces, compra la necesidad que les resuelve tu producto. Cuando tus clientes creen en lo que tú crees y creas, es cuando se convierten en seguidores de tu marca: Love Brand. De esta manera, y siguiendo el modelo de El Círculo Dorado concluimos que para crear una buena propuesta de valor deberemos responder a lo siguiente:
- Cómo tu empresa, producto o servicio, resuelve el problema o necesidad de tu cliente.
- Qué beneficios debe esperar el cliente de tu servicio.
- Por qué te debe elegir a ti y no a tu competencia. Cuál es tu valor diferencial.
El objetivo de este apartado es que diseñes transmitas y ofrezcas el valor que te diferencia del resto de ruido del mercado. No pierdas esto de vista, ya que son muchas empresas las que intentan copiar a los líderes en el mercado, y lo único que logran es cavar su propia tumba.
Para ello, puedes crear una tabla, donde destaques los aspectos más importantes, de los 2-3 competidores que consideres relevantes en tu industria. Además te recomendamos realizar una reflexión interna para crear tu marca con éxito.
2. Determina tu Buyer Persona
La clave de este paso, está en ser específico.
Definir claramente el público objetivo, afectará a todo el proceso de construcción de marca, sobre todo a los esfuerzos de marketing. Es un paso de gran relevancia, si queremos a las personas adecuadas.
Cuando hablamos de buyer persona nos referimos a un arquetipo de cliente ideal de un servicio o producto.
Se trata de construir un perfil ficticio que, para ser realmente útil, debe basarse en datos reales, que no son otros que las características que presentan nuestros clientes y potenciales clientes: Edad, sexo, ocupación, nivel de estudios, gustos y preferencias, formas de consumo…
3. Define la misión de tu marca
Responder a estas preguntas es la clave de este apartado: ¿A qué ha venido tu marca a este mundo, a quiénes quieres ayudar y de qué forma lo harás?
Una vez definido el público al que nos dirigimos y la propuesta de valor de la marca, hay que concretar la misión.
La forma en la que nos presentamos será la forma en qué nos perciban. La capacidad que tengamos de transmitir correctamente nuestra misión y el valor añadido que aportamos, nos posicionarán en el mercado.
Esto no va de decirlo y repetirlo hasta que alguien nos crea, se trata de demostrarlo y ser fiel a la misión y valores de nuestra marca.
4. Crea la voz de la marca
La clave de este apartado es definir la voz de tu marca. Esto exige determinar el tono de comunicación con el que vamos a lanzar nuestro mensaje.
Las marcas deben contar historias y a través de ellas, conseguir conectar emocionalmente con su público. Es el famoso look and feel de una marca, es decir, el tono con el que una marca imprime sus mensajes para provocar unas emociones específicas en sus audiencias.
Si, por ejemplo, una marca quiere ser percibida como desenfada y divertida, utilizará palabras y expresiones juveniles y alegres. Si por el contrario busca un status de poder o de elegancia usará un lenguaje verbal formal, respetuoso, educado e incluso sofisticado.
La comunicación verbal (y no verbal) de una marca habla de su personalidad y sus valores. Sin esta perfecta sincronización, los mensajes de tu marca llegarán a las audiencias de forma dispersa e incoherente. Y tu marca se perderá entre muchas otras.
Recuerda que el branding perfecto de tu marca debe englobar las normas de identidad visual, pero también todas las normas que afectan a los códigos verbales y a los códigos auditivos.
5. ¿Quién quieres que sea tu marca?
Llegados a este punto, el reto de este apartado es definir la auténtica personalidad de tu marca. ¿Quién quieres que sea tu marca?
La personalidad de una marca es la parte más humana y emocional a través de la cual cobra vida y conecta con tu audiencia.
De acuerdo con un estudio realizado en 1968 llamado Las 5 dimensiones de la personalidad de marca, los tipos de personalidad pueden dividirse en cinco: sinceridad, emoción, capacidad, sofisticación y robustez. ¿Identificas a tu marca con alguna de ellas?
Hay otras herramientas para identificar y definir la personalidad de una marca como los 12 Arquetipos de Personalidad que se utilizan para dotarla de contenido siguiendo los patrones de comportamiento que más se apegan a lo que deseamos expresar.
En definitiva tu marca debe transmitir, en cada acción que lidere, su forma de ser.
6. Haz que tu marca, cuente.
Peter Guber decía que un buen narrador es aquel que comprende que es mucho más importante interesarse en la audiencia que parecer interesante.
La clave de este apartado es captar la atención y el interés de tu audiencia. Si sabes cómo es, qué piensa y siente tu audiencia sabrás cómo conectar con ella a través de tu historia.
Sí, llegó el paso de la estrategia de branding donde conectaremos la marca, a nivel emocional, con sus consumidores.
Contar la historia de marca es la oportunidad perfecta para proporcionarle el lado humano, donde podrás definir: quién eres, qué ofreces y por qué las personas deberían prestarte atención.
Decide a través de qué emoción quieres conectar con tu público. Puedes transmitir tu storytelling desde la preocupación que pueda sentir tu audiencia, así como a través de una necesidad, miedo, ilusión, etc. al final se trata de resolver una necesidad.
No se trata de exponer las cualidades del producto o servicios, sino de abordar por qué el consumidor necesita tu marca.
7. Crear el logo
Esta es una de las partes más emocionantes de la construcción del branding perfecto para tu marca.
El fin del logo es reflejar la misión y valores que hemos creado en el punto tres mediante el uso de formas, colores y tipografías acordes a la personalidad que hemos definido en el punto cinco. Es decir, el logo es la comunicación “no verbal” de tu marca.
La clave en este punto es construir un logo que inspire confianza y reconocimiento y que ayude a tu empresa a desmarcarse de la competencia.
Asegúrate de lograr un diseño acorde con tu estrategia, ya que el logo reforzará la identidad visual de tu marca, y hará que destaque.
- Debería representar de alguna manera los servicios que ofrece la empresa.
- Piensa en el público al que va a ir dirigido y diseña basándonos en esto.
- Evita incluir demasiados elementos, piensa que un logotipo debe ser simple y atemporal.
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8. Branding Corporativo, el impulso de tu marca.
Si has conseguido construir el branding perfecto para tu marca, ya tienes una identidad y una personalidad que la hacen, única.
Ahora, el objetivo es implantarla en cada rincón de tu empresa, transmitirla al corazón de tus empleados y tocar el alma de tus clientes siendo leal a su imagen.
Recuerda que tus colaboradores deben convertirse en auténticos prescriptores de tu marca.
Trabajar tu branding corporativo es una acción que deberías tener en cuenta independientemente del tipo de producto o servicio que ofrezcas y de la fase en que se encuentre tu negocio.
Un buen branding corporativo se encarga de crear la imagen de una empresa en la mente de los consumidores. No se refiere solo a la apariencia de la empresa (logo, colores corporativos…), sino al modo en el que lo perciben los clientes.
Estos son los aspectos fundamentales en los que debe de estar integrada nuestra marca:
- Símbolos y signos: identidad corporativa, logos e identificadores, tipografía
- Elementos y espacios físicos y virtuales: stands, puntos de venta, web corporativa, en definitiva el aspecto externo de nuestra empresa.
- Elementos y recursos humanos: conducta del personal, su trato y formas de actuación, el tipo de relaciones establecidas o incluso su aspecto.
- Productos y servicios ofertados: embalaje y etiquetado, envase, precio… también las formas de venta off y online.
- Comunicación a nivel externo e interno: campañas publicitarias, políticas de patrocinio o relaciones con los medios de comunicación; pero también las revistas de empresa, intranets, chats corporativos, etc.