Las redes sociales se han convertido en un instrumento imprescindible en la estrategia de comunicación y marketing de cualquier empresa. A día de hoy no hay negocio de nueva planta, por pequeño que sea, que no cuente con un perfil en Facebook o una cuenta en Instagram. ¿Por qué? Pues por una sencilla razón: la forma de comprar ha cambiado para siempre y ahora los consumidores bucean en Internet, leen, comparan y se informan en la red antes de tomar cualquier decisión. En la era de los smartphones, las tabletas y la conectividad total y constante, no estar en Internet significa, literalmente, no existir.
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Por eso se hace tan importante contar con los instrumentos adecuados para desenvolverse en el universo online. Lo primero de todo es invertir en una buena página web, que no necesariamente tiene que ser la más cara. Basta con que sea sencilla, intuitiva, visual y eficiente, es decir, que permita al usuario encontrar con facilidad lo que está buscando y ponerse en contacto con nuestro negocio o comprar online los bienes que ofrecemos.
El siguiente paso es darle movimiento a esa web: ¿a que no te comprarías un coche nuevo para guardarlo en el garaje? Del mismo modo, una web sin movimiento permanecerá perdida en un universo lleno de competidores. A día de hoy existen más de 1.000 millones de páginas web en el mundo, y el número aumenta día a día. Con esto no queremos decir que compitas con todos ellos, pero indudablemente deberás hacer algo para atraer a tu público objetivo.
Es ahí donde entran en juego las redes como: Facebook, Twitter, Instagram… son plataformas donde puedes compartir contenido sobre tu marca y hacer que quienes las utilizan te conozcan. Eso sí, sabemos que la tarea de conseguir seguidores no es nada fácil, pero es la fórmula más fácil de comenzar a generar visitas hacia tu web. Por eso, desde Moio queremos echarte una mano: tanto si estás lanzando un nuevo negocio como si tu empresa se está estrenando en el social media, estos son algunos consejos para ganar seguidores en tus perfiles sociales:
1. Elige en qué redes quieres estar.
Parece obvio, pero se trata de una decisión muy importante. No todas las redes son aptas para cualquier tipo de empresa, y si estás en la red equivocada, es posible que nadie quiera seguirte. Instagram funciona muy bien con productos muy ‘visuales’ y con todo lo que tiene que ver con el mundo de lo artístico, Pinterest es una red del mismo corte pero de público mayoritariamente femenino, Twitter o LinkedIn ponen el foco en servicios más serios, y Facebook es ideal para negocios locales. Si tienes dudas, consúltanos antes de dar un paso en falso: es mejor dirigir bien tus esfuerzos que intentar abarcarlo todo y no hacerlo bien en ningún sitio. Claro está que para dar este paso tendrás que haber definido previamente a tu público objetivo.
2. Comienza por tus amigos.
Una vez que tengas definidas las redes en las que quieres estar, toca trabajar para eliminar el cero del marcador de fans. Empieza por tus amigos o contactos profesionales; a ellos les seguirán los amigos de tus amigos… y así sucesivamente. Lo normal es que, si estás empezando de cero, tu círculo cercano sea el primero (y el único) en tener noticia de tu existencia. Invítales a conocerte y, si lo crees conveniente, pídeles que te recomienden a quienes pudieran estar interesados en tus servicios. ¡Por algún sitio hay que empezar!
3. Comparte contenido de calidad.
Tu meta es conseguir que tus seguidores sean verdaderos fans, es decir, que no te sigan por ‘echarte un cable’, por amistad… ni siquiera por las ofertas que les muestres. Tu meta es que verdaderamente empaticen con tu marca y se enamoren de ella. Para ello deberás compartir publicaciones que digan algo sobre tu empresa y que la definan y, en la medida de lo posible, que hayan sido redactadas y publicadas en la web de tu negocio. Siempre es mejor compartir un artículo de tu blog que de un blog ajeno: la clave es que los contenidos que compartas enlacen directamente a tu web y lleven a los lectores a curiosear por ella. Además, te recomendamos marcarte un calendario y tener en cuenta que la periodicidad con que publiques debe ser distinta en función de cada red social.
4. Es mejor calidad que cantidad.
Así que nunca jamás optes por comprar seguidores. Es una táctica que se nota a leguas (existen herramientas en Internet que permiten a cualquiera identificar este tipo de prácticas… y tu competencia puede usarlo en tu contra), y dice muy poco sobre tu marca. Al fin y al cabo, estarías mintiendo a tus verdaderos seguidores sobre el número de personas real a las que le gusta tu empresa. Si les mientes en eso, ¿por qué no en otra cosa? Hay otras razones de peso: lo importante no es tener miles de seguidores, sino que tus fans consuman tus productos o servicios. No hay que perder de vista que ese es el objetivo final: es fácil confundirse y rendirse a la fiebre del ‘fenómeno fan’, pero es mejor no tener prisa y buscar la calidad, trabajando para que tus seguidores se traduzcan en leads.
5. Invierte un poco en publicidad.
No está de más invertir en publicidad en redes sociales. De esta forma podrás llegar a aparecer en el timeline de personas que, de otro modo, sólo podrían verte en caso de que un conocido común compartiera tus contenidos. Lo mejor es que puedes segmentar a tu público e hilar muy fino: rango de edad, sexo, aficiones, zona geográfica… Elige bien a quién impactar para que tu campaña se eficiente. Aprovecha también para ofrecerles algo a cambio de su ‘like’: una oferta, un ebook, un post interesante, un concurso… Hay muchísimas técnicas y, como en todo, la mejor estrategia debe diseñarse caso por caso. Comienza a fijarte en la publicidad que te impacta a ti en tus redes sociales y analiza por qué unas son eficaces y otras no. Es un buen primer paso para acotar qué puedes ofrecer tú que sea de interés para tu público objetivo.
6. Crea sinergias.
No pretendas usar las redes sociales solo para ‘hablar de tu libro’. Una de las grandes ventajas del social media es la posibilidad de interactuar con tus seguidores y de comunicarte con ellos. También con otras empresas complementarias, o incluso con tu competencia. Seguro que es más fácil que los demás compartan tus contenidos y hablen de ti si tú también lo haces. Aunque ese diálogo debe imperar siempre en nuestra estrategia digital, es importante poner el foco especialmente en los influencers que tengan que ver con tu negocio. Determinados líderes de opinión pueden hacerte ganar adeptos con mucha facilidad si logras que te mencionen. Eso sí, tampoco les atosigues: ese ‘boca a boca’ digital debe ser tan natural como en la vida misma.
¿Quieres una estrategia en redes sociales para tu negocio?
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