¿Cómo sabemos si un contenido escrito –un post en tu blog, una nota de prensa, un texto en la home de tu web…- es realmente bueno? La respuesta no es sencilla ni tampoco universal, pero existen ciertas pautas e indicadores que pueden ayudarnos a entender qué tipo de contenidos –y en qué formato- resultan más convenientes para nuestros clientes potenciales. Y es que, de la misma forma que cada empresa se dirige a un público determinado, su estrategia y forma de comunicar deben poner el foco en él para lograr captar su atención. En este post te damos algunas claves para medir la calidad de tu marketing de contenidos.
Antes de entrar en materia, es necesario entender que no existen fórmulas infalibles que sirvan para todos los casos. Muchas veces la intuición o los errores y aciertos del pasado pueden ser los indicadores más útiles para entender qué debemos hacer y cómo. No estamos en un terreno en el que la técnica y la medición objetiva jueguen un papel demasiado relevante –excepto en lo que a las estadísticas sobre lectura y tiempo en página se refiere-, y muchas veces nos sorprenderá que un post determinado tenga un éxito fuera de lo común y que otro mucho más trabajado o relevante para nosotros resulte tener una repercusión más tibia.
Además, no hay que olvidar que existen otros elementos clave que entran en juego cuando publicamos un contenido y que van más allá de su calidad e interés: los aspectos técnicos relacionados con el posicionamiento en buscadores –SEO- y la promoción o publicidad que le demos –SEM-. Un contenido puede caer en el olvido si no lo ‘movemos’ en la red de forma adecuada, sobre todo teniendo en cuenta que la competencia es feroz. Con todo, cuanto más relevante, inédito y argumentado resulte un texto, más oportunidades tendremos de que circule con rapidez y de que más personas estén dispuestas a compartirlo y darle difusión. Y para lograr este objetivo no basta con seguir la guía de estilo de la marca: hay que profundizar mucho más.
Checklist para comprobar la calidad de tu marketing de contenidos
A continuación te presentamos una lista que no es ni cerrada, ni definitiva, ni infalible, pero que sí constituye una guía apropiada de preguntas que debes hacerte antes de elaborar un contenido, o bien de cara a la revisión de los textos que contiene tu blog. Son preguntas extraídas de UXmatters relacionadas con la razón de ser de tus textos y con tu estrategia a largo plazo en materia de marketing de contenidos.
La importancia de reflejar la filosofía de la marca
Más allá de todas estas preguntas, es importante plantearse que el contenido escrito es una parte clave de la experiencia de marca, y debe recibir un tratamiento acorde a su relevancia. Su influencia en la experiencia de usuario es innegable: puede ayudar al visitante de tu web a entender qué puedes ofrecerle –o todo lo contrario- y a vincularse emocionalmente con tu marca –o bien a desecharla de un vistazo si lo que encuentra resulta vacío, incongruente, incorrecto…- No hay nada más matador para la imagen de una empresa que una falta de ortografía o una incongruencia gramatical, pero los mensajes de bajo calado o las contradicciones y fallos de contenido no se quedan atrás.
Es importante plantearse que el contenido escrito es una parte clave de la experiencia de marca, y debe recibir un tratamiento acorde a su relevancia
Una fórmula para probar la calidad de tus textos puede pasar por hacer que éste pase por distintas manos antes de ser publicado. Es algo que tal vez no podremos hacer siempre (por ejemplo, con los contenidos del blog puede resultar tedioso), pero que sin duda puede ayudarnos antes de lanzar, por ejemplo, los textos estáticos de una web, con vocación de permanencia y de mucha importancia. Entrevistar a personas que encajen con nuestro público objetivo pueden ayudarnos a identificar lagunas, áreas de difícil comprensión, puntos fuertes… y mejorar de cara a la publicación final.
Además, estos ajustes también dependen del paso del tiempo y de la evolución de nuestra marca: lo que hace dos años funcionaba como contenido puede haber quedado obsoleto hoy, y lo que éramos hace dos años puede haber cambiado también –seguramente habrá evolucionado hacia una mayor madurez-. Estos factores también deben tenerse en cuenta, de forma que nuestros textos sean dinámicos y siempre adaptados a la realidad de la marca y del contexto en cada momento.
Por otro lado, en cuanto a las publicaciones periódicas, es importante fijarse una agenda –eso sí, siempre dinámica y susceptible de cambios de última hora- y una planificación de contenidos que sirva para alcanzar nuestros objetivos. Por ejemplo, elegir qué producto queremos promocionar cada mes y crear contenidos relacionados, o bien pasar de unos primeros post en el blog sobre temas más generales a otros más técnicos con el paso del tiempo. También dirigirnos específicamente a aquellos buyer persona que hayamos identificado, y no dejar de lado a ninguno de ellos.
Por último, siempre, siempre, siempre, hay que atender a las estadísticas. Si un contenido ha triunfado, descubre cómo ampliarlo o cubrirlo desde otros ángulos; si otro ha caído en el olvido nada más ver la luz, reconfigúralo o intenta descubrir qué fue mal en ese supuesto. Si no sabes qué impacto tiene cada contenido y no te preocupas por medir su incidencia en el lector, difícilmente podrás mejorar. No olvides, además, que de poco sirven miles de lectores si no consigues cerrar ventas o contrataciones: es importante impactar a un público amplio, pero también impactar al público adecuado, que es aquél que esté dispuesto a contar con tu empresa de cara a una compra o contratación.
¿Necesitas ayuda en tu marketing de contenidos? Consúltanos y te ayudaremos.