¿Por qué es una mala idea no invertir en el diseño web?

Afortunadamente ya ha llegado el momento en el que casi ninguna empresa se cuestiona la necesidad de contar con un sitio web. Es de sobra reconocido que el principal partido, en cuanto al posicionamiento de una marca o un determinado producto, se está jugando hoy en el mundo virtual. Sin embargo, sí que todavía son muchas las empresas que se niegan a invertir los recursos necesarios para que este trabajo sea realizado de forma acorde a sus objetivos.

¿Por qué es una mala idea no invertir en el diseño de mi web?

 

Así como todavía resulta común el caso en el que las redes sociales -y por tanto gran parte de la estrategia de marketing- se deja en manos del familiar que más ‘controla’ este terreno, también es una estampa bastante frecuente el encargar el diseño de nuestra página web a estas personas, lo que, sin duda, supone un grave error.

 

El diseño de una página web es la primera imagen que muchos potenciales clientes van a tener de nosotros, ya sea como tienda online, como página de contacto o como blog. El cliente nos juzgará por lo que vea de nosotros en nuestra página, y un buen diseño web puede ser lo que marque la diferencia entre un futuro cliente y una visita más. 

 

Escatimar en el presupuesto de nuestro diseño web nos llevará a obtener una página inoperativa que, además, puede quedar obsoleta en poco tiempo.

Por ello, resulta de vital importancia invertir en el diseño de nuestra web, así como dejarlo en manos de profesionales que sepan trasladar la imagen que queremos dar. Para ello dejamos aquí algunos consejos:

 

  • Lo barato sale caro. El diseño de una página web operativa y atractiva para el usuario que, además, resulte útil a la hora de interactuar con nosotros, es un trabajo complicado, y será necesario invertir lo suficiente para obtener los resultados que pretendemos. Escatimar en el presupuesto de nuestro diseño web nos llevará a obtener una página inoperativa que, además, puede quedar obsoleta en poco tiempo, lo que nos hará perder la inversión que hayamos dispuesto en ella.

 

  • Siempre de cara al usuario. Conviene no olvidarlo: el principal objetivo y más importante de nuestra página web es comunicarnos con nuestro potencial cliente. Por tanto, todo nuestro trabajo en el diseño web ha de ir enfocado a facilitarle dicha conversación: un diseño atractivo, llamativo, en el que la experiencia de usuario resulte cómoda e intuitiva. En definitiva, poner todas las facilidades para no perder a un futuro cliente por el camino de una página difícil de navegar.

 

  • Un proyecto a largo plazo. Probablemente resulta el punto más complicado de aceptar desde una empresa. La inversión en una página web no provocará una ventaja sustancial en el corto plazo. Tendremos que poner la vista en el largo, donde el posicionamiento en internet y tanto la captación, como la fidelización de nuevos clientes significarán el verdadero resultado de este trabajo. 

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