El branding es uno de los pilares fundamentales de cualquier negocio. Por ello es una realidad que establecer una estrategia de branding es sinónimo de éxito empresarial.
¿Es suficiente con crear una buena imagen de marca?
La respuesta es no. La imagen de marca (creación, identidad corporativa, nombre, logotipo, código de colores y tipografía) comprende los elementos esenciales para que la empresa se dé a conocer de forma interna y externa. Serán el resto de estrategias y herramientas las que consolidarán la marca como la va a percibir cada uno de los consumidores y que, finalmente, definirán tu marca.
Página web, redes sociales, email marketing, campañas publicitarias, experiencias del consumidor tanto online como offline…
Por lo tanto, sí, todas las actividades que se realicen en tu negocio conformarán tu estrategia de branding.
Entonces, ¿qué es una estrategia de branding?
Se trata de un plan a largo plazo, que consiste en desarrollar una identidad única para diferenciarnos de la competencia, la cual debe ajustarse a los objetivos de la empresa, e integrarse en cada una de las acciones que se realicen.
Los objetivos fundamentales para este tipo de estrategias son:
- Aumentar el conocimiento de la marca.
- Construir una percepción positiva de la marca.
- Fomentar la fidelidad de los consumidores hacia la marca.
Esta estrategia ayudará a definir tu marca, pero finalmente es la percepción del consumidor la que la define. De ahí la importancia de cuidar todas las acciones que causarán impacto en el cliente.
Claves para una estrategia branding más efectiva
Como hemos mencionado anteriormente la estrategia de branding viene implícita en todas las acciones, y hay claves que se pueden aplicar en cada una de ellas.
- Cuidar tu comunicación. Un mensaje erróneo, ya sea en social media o en atención al cliente, puede dañar la imagen de tu marca. Es por ello que debes cuidar al detalle todos los contenidos que publicas.
- Conocer y compartir tus valores: Que la empresa tenga un propósito más allá del económico y este quede reflejado en cada una de sus acciones, mejorará la imagen que percibe el cliente de la marca.
- Innovar: Demostrar, tanto a los consumidores como al sector, que la marca no copia a la competencia, se adapta a los cambios e incorpora novedades en sus acciones.
- Gestionar la marca: Es cierto que debes buscar como ser una marca atractiva para tus consumidores creando un lado emocional, pero no debes olvidar la parte racional donde evaluar si es efectivo y sostenible.
- Formación constante: Te permitirá mantener tus acciones actualizadas y no malgastar recursos con estrategias que ya quedaron obsoletas.
Ser la primera opción de compra frente a la competencia para tus consumidores, supone establecer una estrategia de branding, que transforme el impacto que realiza la marca en el cliente en una experiencia positiva para este.
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