En los tiempos que corren, cualquier empresa tiene que tener muy presentes dos elementos clave a la hora de emprender su negocio: la necesidad de ‘estar’ en internet -disponiendo de una página web capaz de atraer y darnos a conocer a futuros y potenciales clientes-, y la de interiorizar la idea de que la web es un terreno mutante donde todo cambia a velocidad de vértigo. Atrás quedaron los tiempos en que la simple presencia en Internet marcaba la diferencia con respecto a tus competidores. Hoy la batalla se centra en quién está en la red de la mejor manera; quien se acerca mejor a su publico objetivo. En este contexto nace el ‘Growth Driven Design’. En este post te contamos en qué consiste y por qué lo necesitas a la hora de invertir en tu diseño web.
Los antiguos modelos de diseño web se fundamentaban en largos procesos, donde se procuraba crear una estructura web sólida prevista para perdurar a largo plazo. Esta idea ha quedado obsoleta: dado lo cambiante del mercado actual, una inversión más flexible en el diseño de nuestra web, que permita variarla y mejorarla en cualquier momento, puede ayudar a tu empresa a marcar la diferencia con respecto a la competencia.
El concepto de ‘Growth Driven Design’ (GDD) tiene mucho que ver con esta idea. Se trata de una metodología de diseño web adaptada a las necesidades de cada momento de la empresa. La agilidad que ofrece el GDD permite abrir nuestro diseño web al público desde el momento en que se encuentren perfilados sus elementos más básicos, construyendo y reconstruyendo sobre los pilares iniciales en función de nuestras necesidades -y de lo que haga la competencia-.
Diseño web en continuo crecimiento
La principal característica del ‘Growth Driven Design’ es que nuestra web nunca se dará por concluida, manteniendo siempre abierta la posibilidad de formular los cambios que se consideren necesarios en base al comportamiento de la audiencia, de la competencia y de las necesidades que vislumbremos en cada momento.
Esta metodología nos permitirá obtener una web dinámica con una permanente capacidad de renovación y adaptación a las novedades, dando respuesta a las posibles circunstancias que puedan surgir en nuestro sector.
Ya no será necesario emprender una profunda reforma de la totalidad de nuestra página web cuando queramos revisarla. Y es que la elasticidad que procura el ‘Growth Driven Design’ permite trabajar sección por sección, pudiendo adaptar y actualizar nuestros contenidos, estética o funcionamientos de una forma fragmentada.
Entre otras cosas, podrás mejorar constantemente para que se cumplan algunas de estas máximas:
- Facilitar la conversión de los visitantes de tu sitio web
- Contar siempre con una web intuitiva, en la que sea fácil y agradable navegar
- Trabajar para que tus páginas sean claras, sencillas y visuales
- Satisfacer las necesidades de los usuarios móviles
¿Tu sitio apoya una experiencia personalizada de acuerdo con el perfil de tu público y ofreces el contenido adecuado para satisfacer los intereses de tus visitantes?
Las tradicionales estructuras web más solidas, marcadas por la ausencia de un margen de maniobra, se convierten en cosa del pasado, en un mercado donde la realidad cambia de un día para otro. El sistema ‘GDD’ rompe los moldes de esa idea estática de presencia online para dar paso a la nueva web donde, a base de ‘prueba y error’, podamos encontrar el diseño web óptimo para nuestras necesidades, teniendo en cuenta que éste nunca será definitivo, porque los gustos y usos del cliente tampoco lo son.
¿Quieres una web flexible y adaptable para tu empresa?
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